Stella

Nombre: Stella Ridenton
Edad: 61 años
Residencia: Auckland
Biografía: Siempre ha estado ligada con la aristocracia. Su abuela estaba casada con un marqués y siempre ha vivido en amplias mansiones llenas de lujos. En su juventud, rodeada de ambientes de gente con dinero, conoció al hijo de un marqués, el cual heredó el título y tras dos años de noviazgo se casaron. Después de 20 años de matrimonio, el hombre falleció, dejando a Stella sola con un hijo pequeño pero su alegría fue la gran herencia que le dejó tanto mansiones, joyas como grandes cantidades de dinero.
Su vida se ha basado en viajar, conoce una infinidad de países y personas de todo tipo. Se considera una persona culta, inteligente, y justa. Le encanta la lectura y la escritura, por eso para no sentirse una mujer florero, comenzó a escribir guiones para las obras de teatro de su ciudad. En ellas hablaba de la vida de una persona millonaria como ella y sus inquietudes. Finalmente, sus guiones gustaron tanto, que comenzó a formarse para dedicarse a ello profesionalmente.
A pesar de su vida acomodada, se considera una mujer normal y corriente, que la juzgan por su clase social pero le encanta ir en el transporte público, pasear por la montaña o salir a un restaurante caro como hacen muchas personas. Otras de sus aficiones son el teatro, la música, la playa y el footing. Ha llegado a una edad en la que no quiere ser una vieja que se descuida, por eso, sale a correr cada mañana, y se compra ropa juvenil que encaja perfectamente con su cuerpo, pudiendo ser la envidia de cualquier jovencita. Tampoco tiene reparo en decir que se ha hecho algún retoque estético.
Estrategia en el concurso: Está cansada que siempre en Survivor las mujeres mayores sean las buenas, proveedoras de la tribu y una madre para los demás. Ella no viene a cuidar a nadie, y con sus 61 años, viene a llevarse el premio, aunque no lo necesite. Si tiene que cambiarse de alianza lo hará, si tiene que raparse el pelo lo hará...Es toda una aventura y valiente y no tiene miedo a nada ni a nadie.